La concejala responsable del área de Igualdad, Beatriz Labián, entregaba los diplomas a alumnos y alumnas participantes en los talleres de ‘Fotografía’ y ‘Mantenimiento del hogar’.

El Centro de la Mujer clausura dos de sus talleres más demandados entre hombres y mujeres de la localidad; se trata de los cursos de ‘Fotografía’ y ‘Mantenimiento del hogar’, dos disciplinas en las que la mujer cambia su rol de musa o espectadora para tomar las riendas de la casa o la cámara de fotos. La concejala de Igualdad, Beatriz Labián, recordaba que éste es un mes en el que se clausuran muchas actividades por final de curso, dentro de la “frenética actividad” que desempeña durante todo el año el Centro de la Mujer, “que además de intervenir, atender y asesorar” en ámbitos como el jurídico, el psicológico o el laboral, también ofrece cursos con los que empoderar a la mujer en cualquier ámbito.

En este sentido, lo que se pretende con estas actividades, donde también tiene cabida la participación de hombres, es conseguir que las personas sean “más independientes, autónomas y se sientan más seguras” en áreas en las que no suelen participar, “darnos cuenta de que un hombre puede cocinar perfectamente, igual que una mujer puede arreglar una alargadera o un enchufe”, señalaba Labián.

Durante el curso de ‘Mantenimiento del hogar’ se han tratado temas de fontanería, arreglo de lavadoras, o electricidad, como, por ejemplo “cómo montar una instalación nueva a través de unos enchufes, y de ahí sacar línea nueva tanto exterior como interior”, matizaba Rafael Torres, monitor de esta acción formativa que busca dar pasos hacia la igualdad intercambiando roles que antes eran impensables en el caso de algunas mujeres “hay chicas que vienen y dicen que no son capaces de hacerlo; luego les explico cómo hacerlo, y ya hay varios casos de este tipo que se encuentran algún problema en casa y ya lo han arreglado, como Georgina, que ha montado una estantería en su casa y pensaba que se iba a caer pero ahora la ha reforzado y ya no se mueve”, detalla el monitor.

También ha cambiado de lugar la mujer con respecto a la fotografía; de ser la “eterna musa”, a coger una cámara réflex y aprender a manejarla en modo manual, con conocimientos de composición: “es el tercer año, y la verdad es que siempre se nos da muy bien”, recalca Germán Molina, profesor del taller. Ésta ha sido una de las actividades que también ha contado con hombres entre sus estudiantes, lo que ha fomentado el ambiente de igualdad.

Las alumnas recogían sus diplomas “encantadas y agradecidas”, tal y como ellas mismas apuntaban, “esperamos que este proyecto siga adelante”, entre otras cosas porque además de aprender cosas prácticas del día a día en el hogar, como cambiar la goma de la lavadora, limpiar la secadora, cambiar los latiguillos de un grifo o el pulsador de una cisterna, “nos queda terminar de reparar una silla, que ya hemos lijado y cambiado el color”.

También han celebrado su final de curso las alumnas del Curso de Costura, que exponían sus últimos trabajos y recogían sus diplomas la pasada semana. La concejala de Igualdad no descarta realizar una exposición con todo el material que resulta de estos cursos, “hay mucho material interesante que exponer y mostrar al resto de la ciudadanía, para que sepa todo lo que se hace aquí, en el Centro de la Mujer”, un centro del que destacó que está “muy vivo, y abierto” a toda la población, y que no es exclusivo de las mujeres.