Teresa Molina

Teresa Molina, coordinadora de Oro Blanco

Oro Blanco, grupo de apoyo a la lactancia materna, o grupo de apoyo «madre a madre», formado por madres con experiencia y formación en lactancia materna, nace en Manzanares de la mano de una madre de gemelos que deseaba compartir su experiencia y ayudar a otras madres en la tarea de criar a sus hijos. En Ciudad Real aparece en 2009 y un año después en Puertollano. Su principal objetivo es apoyar a las familias que han optado por la lactancia materna y ofrecer información a las que así mismo desean tomar esta decisión. Las asociadas se reúnen una vez al mes además de hacer visitas domiciliarias y asesoramiento telefónico o por correo electrónico.

Igualmente imparten charlas y talleres relacionados con la lactancia materna y la crianza (sexualidad, derechos laborales, porteo, sueño, masaje infantil,…). En 2012, junto con el escritor y fotógrafo, Rafael Cabanillas, edita el libro «Manual para beberse la Vía Láctea», que recoge experiencias y fotografías de las madres y consejos de profesionales, con el objetivo de normalizar un acto tan humano como la lactancia materna.

En la actualidad cuenta con unas 60 socias mientras un grupo variable de madres participa en sus actividades, siempre abiertas y gratuitas. Teresa Molina, asesora de lactancia y doula, es la coordinadora del grupo en Ciudad Real.

El congreso de 2016, en Ciudad Real

El Congreso Nacional de Lactancia Materna, organizado por la Federación Española de Asociaciones Pro-Lactancia, FEDALMA, de 2016, se celebrará en Ciudad Real y “supondrá un reconocimiento al trabajo que desarrolla Oro Blanco y nos permitirá acercar la lactancia materna no sólo a las socias del grupo y a los profesionales, sino a todas las personas interesadas de nuestra provincia”, afirma Teresa Molina, coordinadora del grupo. “Nos hace mucha ilusión que este congreso se celebre en nuestra ciudad, pues es la única forma de que todo el mundo se entere del gran trabajo que estos grupos están desarrollando. Sin embargo somos conscientes de que el impacto es reducido, ya que no contamos con subvenciones. Aquí no hay negocio, no hay ninguna empresa que pueda sacar beneficio de esta tendencia a criar de forma distinta a los niños. Que asistan unas 150 personas sería ya un gran éxito aunque no es un número realmente elevado si tenemos en cuenta que es a nivel nacional”, comentan Bárbara y Patricia.