Miguel Alberdi

Miguel Alberdi. Decorador

Con la llegada del calor, el jardín se convierte en la zona más agradecida de la casa. Las noches al fresco son un aliciente para los jardines urbanos y una excelente manera de fundirse con el campo en plenitud.

La luna en el jardín es protagonista durante estos meses como un elemento gratuito y sensacional que todo lo invade. El aire fresco de las tardes se cuela por los rincones del jardín mediante pequeñas corrientes que a su paso arrastran el perfume de las plantas de flor y el frescor de los motivos de agua. El verano es sin duda para el jardín. El almuerzo, baños, cenas, eventos familiares, rincones de lectura… Todo se realiza en el jardín durante esta época y es un escaparate del gusto y refinamiento de sus propietarios.

El diseño del jardín debe tener en cuenta detalles fundamentales de la estación como son la sombra y el frescor. El colorido de las flores pasa a un segundo plano cuando realmente el jardín tiene un diseño equilibrado, sencillo y ordenado.

En verano las flores deben aparecer de forma casual lo que nos dará una nota elegante sobria. Las flores de temporada no son el mejor ejemplo para decorar el jardín ya que en verano ganan belleza las flores vivaces, las trepadoras y los arbustos estivales. El exceso de plantas de temporada vulgariza el jardín y lo
convierte en un muestrario. Se debe manejar el color con sutileza buscando rincones donde realmente sea preciso pues los diferentes tonos verdes son fundamentales en su diseño. Son interesantes las colecciones de rosas de nueva generación y los rosales antiguos por la versatilidad y facilidad de cultivo. Las plantas de flor de bajo consumo de agua o xerojardineria están de moda pues son resistentes y naturalizan los ambientes.

Jardines en tu casa de campo«La sombra» es la estrella del verano en el jardín, lugar de reposo, encuentro, lectura, siestas, almuerzo, espacio personal y familiar, bajo una pérgola, quiosco, o un simple árbol. Cuando el jardín es grande se puede realizar bosquetes de sombra, utilizando palmeras, robles, castaños o tilos y en su interior montar una zona de estar. Son muy interesantes los humificadores que mantienen fresco el ambiente y refrescan las hojas de las plantas. La sombra permite especies tapizantes, muy variadas incluso algunas con flor.

«El agua» es una garantía de frescor en el jardín aunque en ocasiones sea un efecto sicológico. Para el detalle de agua siempre hay un rincón específico y debemos buscar ese duende en el jardín, un surtidor que borbotea, estanque con plantas acuáticas, una fuente con un caño fino, un sencillo regato que siga un sendero… Son ejemplos del manejo del agua. Las plantas acuáticas cumplen doble función, estética porque algunas tienen flor, y prácticas con un microclima húmedo.

«El perfume» es, en ocasiones fugaz, pero siempre agradecido. El perfume es un complemento útil. Procede de las flores de todo tipo y en ocasiones floreciendo. Existen arbustos con hojas perfumadas
que a la menor ráfaga de viento desprenden un olor característico. Sin duda las plantas aromáticas y las rosas tienen su protagonismo en esta época. El exceso de perfume confunde y pude atraer insectos, por ello los detalles con este peculiar aliado deben ser puntuales y de baja intensidad.

Para más información:
Tfno.: 686 47 61 91
Web: www.miguelalberdi.com