La anestesia es uno de los saltos más importantes en la historia de la Medicina. Antes de que se lograse anestesiar por completo a los pacientes, muchos morían del trauma o incluso preferían la muerte a pasar por el trago de una operación.

El 30 de septiembre de 1846 William T. G. Morton usó con éxito éter etílico en una extracción dental y dos semanas después realizó una demostración pública de su logro. Dieciséis días más tarde llegaría el gran salto, cuando John Collins Warren extrajo un tumor del cuello de Edward Gilbert Abbott. La operación tuvo lugar en el anfiteatro del Hospital General de Massachusetts, hoy conocido como Ether Dome (la cúpula del éter). Así pues Morton y Warren fueron los primeros en demostrar el uso de éter como anestésico y muy poco después, Robert Liston realizó una amputación usando este método, en el mes de diciembre.

Sin embargo Morton, al que mucho tiempo se consideró el pionero en este terreno, no fue el primero en usarlo. Crawford W. Long, médico de Georgia (EEUU), se dio cuenta tras asistir a fiestas en las que se consumía éter como droga, cómo muchos participantes mostraban hematomas de los que luego no tenían recuerdo. Eso le hizo pensar que tendría efectos anestésicos, y el 30 de marzo de 1842 usó éter para extraer un tumor del cuello de James Venable.