Pedro José Martín-Zarco ya ejerce como nuevo presidente de la Cooperativa Santa Catalina. Recibió el relevo de manos de toda una institución, Gregorio Martín-Zarco, durante una tranquila asamblea que proclamó a su nuevo ‘jefe’ con la naturalidad prevista, puesto que el cambio estaba consensuado y los socios no pusieron ningún impedimento.

“Asumo el cargo con responsabilidad y ganas”, declaró el nuevo presidente nada más acabar el cónclave. Tuvo palabras de gratitud hacia su antecesor, del que espera seguir aprendiendo. “Gregorio seguirá siendo un gran apoyo y no dejaré de aprender cosas de él”. Ese apoyo prometido es, precisamente, una de las razones que le han animado a aceptar la presidencia.

Pedro José Martín-Zarco llega con espíritu de continuidad para mantener la línea de crecimiento de la cooperativa. “Los socios nos han recordado en la asamblea que debemos seguir creciendo y la apuesta es esa”. “Te da respaldo que la asamblea crea en ti y te apoye, pero somos trece miembros en el Consejo Rector que seguiremos trabajando para cumplir con el mandato del socio”.

Gregorio Martín-Zarco se va con la sensación del deber cumplido y durante la asamblea no pudo evitar momentos de emoción. “Te vienen recuerdos muy importantes y cosas muy bonitas que has podido vivir”. Como no ha parado de repetir durante estos años, su gratitud hacia los socios es total, y más en la hora del adiós. “El comportamiento que han tenido con la cooperativa, sobre todo en momentos delicados, y también conmigo ha sido muy grande, se lo agradezco de corazón”.

Pero asume que los ciclos terminan y es bueno cambiar para tomar más impulso. “Pedro José es un presidente joven que conoce el proyecto y eso nos da seguridad”. Recogiendo el guante de su sucesor, se prestó a colaborar “en aquello que pueda ser útil y cuando el nuevo presidente lo considere oportuno”.

Gregorio Martín-Zarco ha dejado la cooperativa Santa Catalina apenas semanas después de abandonar la presidencia de la DO La Mancha. Huelga decir el tiempo y dedicación que ambos cargos exigen, a menudo restados a la familia. “Mi familia ha colaborado conmigo más que nadie, en especial mi mujer”. “He utilizado mucho tiempo que no era mío, sino de ella y de mis hijos”. Entre esa familia, quiso rescatar la memoria de su padre, Julián Martín-Zarco. “Me acuerdo mucho de él, ya que se jubiló siendo presidente de la cooperativa y me supo llevar a la realidad de lo que es un proyecto cooperativo”.