El viajero que desea conocer Grecia, sobre todo si es nuevo, lo hace siempre con la mente puesta en Atenas, El Pireo y si es más avezado, en las diversas islas griegas. Pero muy pocos piensan en Salónica, la segunda ciudad más importante de Grecia. Y no es extraño, puesto que es una gran desconocida. Y no por falta de atractivo. Salónica es una ciudad cosmopolita, moderna, y con el encanto de haber sido una ciudad por la que han pasado macedonios, romanos, bizantinos y otomanos, urbe en la que musulmanes, cristianos y judíos han convivido en el tiempo. Una mezcla de culturas y arquitectura que todavía puede verse a través de su rico patrimonio pese a que un gran incendio destruyó gran parte de la ciudad en 1917. Aun así cuenta con monumentos paleocristianos y bizantinos por lo que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad.

Uno de los monumentos más famosos de la ciudad es la Torre Blanca. Construida por el sultán Solimán el Magnífico, sobre los cimientos de una torre bizantina, sirvió tanto de prisión como de fortaleza, y formó parte de las murallas hasta que estas fueron destruidas en 1866. Dentro de la torre se encuentra una sección del Museo Cívico de Salónica y puede subirse a la terraza para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.

Igualmente famoso es el Arco de Galerio, construido a finales del siglo III. Fue levantado para conmemorar la victoria del ejército romano sobre los persas. Tiene una impresionante fachada de doce metros de alto y treinta de largo, está apoyada por dos pilares, y es uno de los ocho arcos iguales que en principio tenía el monumento original.

La Basílica de Santa Sofía, por su parte, es una de las iglesias más antiguas de la ciudad, data del siglo VIII, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A principios del siglo XIII se convirtió en la catedral de Salónica, después de la llegada de los turcos fue una mezquita durante cinco siglos y hoy en día es una iglesia ortodoxa. Es uno de los ejemplos más hermosos de arquitectura bizantina en Grecia. La entrada es gratuita, y es recomendada por los diversos íconos y mosaicos dorados que se pueden admirar en el interior.

Al tratarse de  una ciudad con un notable pasado otomano, los baños turcos no podían faltar en Salónica. Así los baños de Bey Hamam (Baños del Paraíso) son uno de los más bellos de toda Grecia. Fueron construidos en el año 1444 por el sultán Murad II y permanecieron en uso, con el nombre de «Terme del Paraíso», hasta 1968 cuando se transfirieron al servicio arqueológico griego; después del terremoto de 1978 que sacudió la ciudad, los baños fueron restaurados y utilizados hasta el día de hoy para realizar diversos eventos culturales y exposiciones.

Visita gastronómica: Todo Mediterráneo

En Grecia, como en el resto de los países del Mediterráneo, comer es un auténtico placer. Las comidas y las cenas suponen una forma de divertirse y pasar un rato agradable. La combinación de la cocina tradicional griega con las influencias extranjeras ha dado lugar a una gran gastronomía. Sopas. Entre las más tradicionales está la psarósupa (de pescado y verduras) y supa avgolémono (normalmente de pollo, preparada con huevo y limón). Ensaladas y verduras. La horiátiki salata es la ensalada tradicional griega, que puede acompañar cualquier plato. Lleva tomate, aceitunas, cebolla, pepino y pimiento verde; se aliña con aceite de oliva, vinagre y orégano; y se corona con queso feta. Platos principales. Destaca el musaká como plato estrella de la cocina griega  (pastel de carne picada y berenjenas gratinado con queso; se puede preparar también con patatas), giuvétzi (ternera a la cazuela acompañada de pasta), pastítzio (macarrones gratinados con carne picada, queso y bechamel), gemistá (tomates o pimientos verdes rellenos de arroz y a veces de carne picada). El pescado es bastante popular. El xifías (pez espada a la plancha) es común y está delicioso, al igual que los kala marákia (calamares fritos). Otros platos son el barbúni (salmonete), el astakó (langosta) y los marides (chanquetes).