Visitar Oporto en tres días puede ser un gran viaje cercano y económico, ya que hablamos de una ciudad con gran historia y encanto que se ha convertido en un destino turístico popular y muy apreciado. Como ciudad cuenta con una historia rica, numerosos lugares de interés turístico y playas maravillosas. Así que vamos a hacer una pequeña relación de actividades para poder hacer una visita a Oporto en solo tres días.

El primer día lo más recomendable es explorar el centro histórico. Oporto es una ciudad mediana y compacta, por lo que las principales atracciones turísticas se pueden visitar a pie. Entre sus mayores atractivos se encuentran:

– Torre de los Clérigos. Merece la pena subir los 240 escalones para contemplar una enorme panorámica. Es visita obligada.

Livraria Lello.

– Livraria Lello. Es la librería en la que se inspiró la biblioteca y la escalera principal que aparece en los libros de Harry Potter.

– Iglesia de San Ildefonso. Cuenta con un exterior recubierto con más de 11.000 azulejos tradicionales de la zona en azul.

– Barrio de Ribeira. Es la parte más antigua de la ciudad y está llena de callejuelas y restaurantes.

Durante el segundo día podemos visitar la vecina Vila Nova de Gaia, ciudad situada en la ribera meridional del Duero y es donde están las bodegas de Oporto y los almacenes de los comerciantes. Se pueden realizar unas visitas relativamente baratas, pues se pueden tomar dos bebidas por unos 6 euros. Pero también podemos pasear a través del puente de doble nivel Luis I que lo diseñó Gustave Eiffel, pudiendo utilizar el teleférico desde el frente del río hasta el nivel superior del Ponte Luís I. Finalmente podemos realizar un crucero relajado por el Duero que pasa bajos los puentes de la ciudad.

Finalmente, en el tercer y último día podemos realizar una excursión a las cercanas ciudades históricas de Oporto o, en caso de que haga buen tiempo, acercarse a las preciosas playas próximas para pasar un bello día al sol.

Las dos ciudades que más merece la pena ver son Braga y Guimaraes. La playa mejor es “Praia de Espinho”. A los tres destinos podemos llegar en tren, saliendo de la estación de Sao Bento.

– Excursión a Guimaraes. A esta ciudad se la considera la cuna de Portugal, ya que fue su primera capital en el siglo XII y también donde nació el primer rey de Portugal, Alfonso Henriques. La ciudad puede presumir de contar con un castillo medieval, un palacio gótico ya restaurado, bellas plazas y un teleférico que lleva hasta lo alto de la montaña da Penha.

– Excursión a Braga. Braga es el alma religiosa del país vecino, por lo que dentro de su casco antiguo se pueden encontrar multitud de iglesias y calles en un cuidado estilo barroco. En cuanto salimos de Braga, encontramos la bella Bom Jesus do Monte, una iglesia maravillosa que está encima de una montaña, que podemos subir y que representa la escalera que conduce al cielo. Se la considera la mejor atracción turística de la región que rodea a Oporto.

Dónde comer

La francesinha

Encontrar dónde comer en Oporto no suele ser un problema. Y es que en Portugal se come bien en casi cualquier sitio. Si bien es cierto que tanto el precio como la calidad de los restaurantes lusos son bastante competitivos en líneas generales, hay zonas mejores y zonas peores para comer. No se come igual de bien en el Algarve que en Lisboa y, desde luego, en cuestiones gastronómicas Oporto se lleva la palma: buenos restaurantes, precios muy económicos y una amplia oferta de platos (que va mucho más allá de los típicamente portugueses, como el omnipresente bacalao).

Además de los tradicionales platos de la cocina portuguesa, como el bacalhau à brás, la caldeirada o el caldo verde, Oporto cuenta con unos cuantos platos típicos de la ciudad que encontrarás prácticamente en cualquier restaurante, entre ellos la francesinha, un sándwich relleno de filete de ternera, jamón, queso, salchicha o mortadela, gratinado y bañado por una salsa de verduritas y carne un poco picante. A veces lleva también un huevo frito encima, pero es opcional, y se suelen acompañar con patatas fritas. Si se sabe a dónde ir a comerla no es tan grasienta como parece, y de hecho hay restaurantes de Oporto donde preparan muy buenas francesinhas. Podemos recomendar el Café Santiago (Rua Passos Manuel, 226) y el restaurante Capa Negra II (Rua do Campo Alegre, 191).