entierro de la sardinaEl Carnaval 2015 de Manzanares, al que aún restan algunos actos como la chocolatada con los mayores de hoy jueves y la fiesta infantil del viernes, terminó oficialmente con el tradicional entierro de la sardina. Tras el cortejo fúnebre por las calles, la sardina fue incinerada junto a “La Pérgola”, donde hubo reparto de pastas con la silueta de la difunta.

El entierro de la sardina comenzó a las cinco de la tarde en la plaza del Gran Teatro. Los restos de la sardina, en el tradicional coche fúnebre, recorrieron las calles Virgen de la Paz, Jesús del Perdón y Mayorazgo hasta los Paseos del Río, donde se procedió a su incineración ante numerosos vecinos.

En el variopinto cortejo imperó el luto y no faltaron los típicos disfraces -monaguillos, curas, viudas, policías, enterradores…- que la ocasión requería. El jurado del carnaval concedió los tres premios de 50 euros a la “viuda alegre de velo morado”, encarnada por la joven Patricia Loaiza García, a la pareja de “sardinas” formada por Ikram Ouna e Inmaculada Nieto, y a la Peña El Patacón, que una vez más hizo alarde de su creatividad carnavalera.

Quienes se acercaron a dar su último adiós a la sardina y al carnaval recibieron, tras la incineración, pastas con la forma de la difunta.

Gran devoción por la sardina

Por la mañana, la sardinada popular del carnaval de Manzanares no faltó a su cita. En esta ocasión se celebró en la plaza del Gran Teatro debido a las obras de reforma de la plaza de la Constitución. El cambio de ubicación no impidió la alta respuesta ciudadana, que demostró “gran devoción” por esta apetitosa tapa. Cada sardina se sirvió con una rebanada de pan y un vasito de vino. Los carnavaleros hicieron a la plancha 110 kilos de sardinas y utilizaron 650 bollos de pan.