Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), reírse a menudo puede suponer hasta cuatro años y medio más de vida. De ahí que se hayan puesto de moda técnicas como la risoterapia o el yoga de la risa.
La risa ejercita los músculos de la cara, no arruga ni causa líneas de expresión.
Cuando nos reímos movemos 400 músculos del cuerpo, y se ha demostrado que 100 carcajadas equivalen a hacer 10 minutos de ejercicio aeróbico o 15 minutos de bicicleta. Además, cuando estamos contentos, se refleja en el estado físico y la apariencia es mucho mejor.
La risa es liberadora, deja atrás el mal humor, enfados, libera tensiones y desestresa. Es así. La risa ayuda tanto a nivel mental como físico al elevar los músculos de la espalda y estirar las cervicales, puntos principales donde se acumulan mayores tensiones. Sólo por esto, ya deberíamos reírnos a diario. Además de disminuir el riesgo de infartos, regula la presión sanguínea, fortalece los pulmones, el corazón, y refuerza el sistema inmunológico. Y finalmente, si lloras de risa, también se limpian los ojos.