Miguel Alberdi / Decorador

La Navidad ya está a la vuelta de la esquina, sobre todo para aquellos a los que les gusta esta época del año y disfrutan decorando sus hogares. Ya hay quien está pensando en el ambiente que quiere crear en estas fechas en el hogar a través de los adornos que habitualmente se colocan en oficinas, escaparates y, por supuesto, también en nuestras casas. Tradicionalmente para muchos el próximo puente de diciembre marcará la fecha de buscar los adornos de Navidad para colocarlos y entrar así, ya de lleno, en ese momento del año. Recuerda que planificar no sólo te ayudará a organizarte, sino que supondrá también hacer las cosas de manera más meditada y, de paso, gastar menos al no dejarse llevar por impulsos y ocurrencias de última hora. Si estás mentalmente en esta onda, puede ser de utilidad hacer listas y pensar con antelación para no improvisar y comprar lo que decidas.

Ten claro que mejor decorado y con más mimo no quiere decir, necesariamente, comprar cientos de objetos navideños, pues a lo largo de la vida nos vamos haciendo con una suerte de básicos o clásicos personales que rescatamos de año en año. Y, como cada temporada se introduce alguna novedad, con el tiempo vamos ampliando esa pequeña colección. Así pues ya puedes sacar las cajas habituales, ver qué tienes y sopesar si este año encajan en tus planes de tendencias como la decoración navideña vintage, la más natural o la escandinava.

Echa un vistazo a los adornos que tienes y desecha los que no están en buenas condiciones o encuentres anticuados. El resto podrás actualizarlos con pequeñas manualidades o incluso crearlos con elementos naturales, pues unas ramas o piñas son siempre una opción.

Cambiar la distribución de los adornos es también un truco perfecto, pues a veces el pequeño cambio en la disposición de los objetos crea nuevos y sorprendentes efectos. Los adornos navideños pueden expresar de alguna manera nuestra personalidad y cómo nos sentimos ese año concreto. Las bolas son el icono típico de decoración de estas fechas, pero puedes abrirte a otros objetos más personales y divertidos.

El Árbol es otro de los grandes elementos decorativos de estas fechas. Elige un tamaño proporcional al de la habitación donde vayas a ponerlo y colócalo en un sitio que no impida el paso ni tape la luz.

Pasando el umbral de la puerta es frecuente que la entrada también esté ligeramente decorada para la ocasión, así como el resto de la casa con elementos más sutiles, como las luces o velas, que aportan un toque, y el aroma de nuestras esencias preferidas. Incluso es posible hacer concesiones olfativamente a esta época del año con ambientadores y aceites esenciales de las fragancias que más identifiquemos con la temporada. El rojo es el color de la Navidad por excelencia, pero hay otras posibles combinaciones y gamas cromáticas. Dorados y plateados siempre están ahí, incluso mezclados, igual que las combinaciones de blanco y madera, azul y dorado o rosa y dorado, que prometen triunfar este año. Igual que los rosas metálicos y los tono cobre, que son tendencia, y también las bolas multicolor mezcladas como desees.

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