Algunas fuentes sitúan su altura en los 5.100 y otras en los 5.300 metros sobre el nivel del mar. La Rinconada, en la provincia de San Antonio de Putina, en Perú, sobre los Andes, es la localidad habitada situada a mayor altitud del mundo. En este asentamiento urbano de más de 17.000 habitantes la vida es muy dura, sobre todo en invierno, con un clima de frío extremo y gélido. Además, la localidad no cuenta con sistema de alcantarillado, no hay recolección de basura, los residuos humanos no se procesan y muchas casas no tienen cristales en sus ventanas a pesar de lo extremo del clima. Estas y muchas otras condiciones nocivas hacen que la tasa de mortalidad sea muy elevada. Pero, ¿por qué vivir en lugar tan desapacible y cruel? La respuesta es simple: el oro. La cercanía de la ciudad a una importante mina de este preciado metal hace que la gente se arriesgue a vivir y buscarse el sustento en un lugar donde ya solo respirar puede ser mortal por la falta de oxígeno. Las condiciones de trabajo en la mina son también muy duras. En algunas épocas esta “fiebre del oro” hace que la población llegue a los 50.000 habitantes. Pocos turistas se animan a llegar hasta este lugar, aunque los que van, seguramente el motivo principal es dejar constancia de haber estado en la ciudad más elevada del planeta.