Sendos conciertos tuvieron lugar las noches del sábado y domingo dentro de la programación del IV Curso de Perfeccionamiento Instrumental y Técnicas de Dirección de Banda “Ciudad de Manzanares”, el primero protagonizado por el alumnado de las diferentes modalidades instrumentales en la Plaza de la Lonja de San Francisco y el segundo  por el de la modalidad de dirección en el Gran Teatro, poniendo bajo su batuta a una brillante banda sinfónica.

Durante el sábado por la noche, los prácticamente 120 alumnos tuvieron la ocasión de mostrar el trabajo realizado durante estos intensos días de formación en sus clases individuales y colectivas en uno de los rincones con más encanto de la localidad. Un numeroso público tuvo la ocasión de disfrutar de un variado y ameno repertorio de piezas interpretado por agrupaciones camerísticas integradas por el alumnado de las siguientes modalidades instrumentales: saxofón, flauta travesera, trompas, clarinetes, trompetas, trombones, tubas y percusión. Unas horas antes y en un ambiente más propicio en cuanto a sonoridad tuvo lugar la audición de violonchelo en las instalaciones usadas como sede para este especialidad. De la mano del profesorado titular y  asistente, estas propuestas musicales que amenizaron la noche pusieron de relieve la versatilidad tanto de los diferentes instrumentos como de sus intérpretes, rompiendo en muchos casos la imagen convencional que se tiene de algunos de ellos e innovando, en otros casos, con una puesta en escena enriquecida con la combinación de lo audiovisual.

Al día siguiente se llevó a cabo el concierto final que clausuró el curso  de la mano de los nueve alumnos de técnicas de dirección. La primera parte del acto comenzó con “A Festive Overture”, de A. Reed, seguida de la “Schubert-Metamorphosen” del compositor checo Evzen Zámecník y finalizando con la magnífica interpretación a cargo de la oboísta Mª Jesús Moreno Ciudad de las “Variaciones sobre un tema de Glinka” para oboe y banda, de N. Rimsky-Korsakoff. La segunda parte se inició con la “English Folk Song Suite”, de R. V. Williams, continuando con el “Divertimento for Band Op.42”, de V. Persichetti y las danzas húngaras de “Pustza”, de J. Van der Roost.  Tras las intervenciones del director de la banda de la Asociación Músico Cultural “Julián Sánchez Maroto”   Pedro Manuel Delegido Calero, y del presidente de la misma, Cristóbal Díaz-Peñalver, los pilares de este proyecto, en la que se manifestó la admiración y amistad que ambos se profesan, y de las autoridades locales, el alcalde Julián Nieva y la concejala de cultura, Silvia Cebrián,  se procedió a la entrega de diplomas a los directores participantes, colaborando en la misma Miquel Rodrigo, catedrático de Música de Cámara y Dirección de Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Aragón. Los integrantes de esta especialidad tuvieron bajo su batuta a una nutrida banda formada por el alumnado de las diferentes modalidades instrumentales más componentes habituales de la respectiva agrupación de la entidad organizadora,  que fueron capaces de mostrar sus habilidades adquiridas durante las sesiones teóricas y prácticas de estos días a los músicos presentes en el escenario. De esta manera, supieron exprimir la sutileza y fluidez de la comunicación que se establece entre ambos agentes para poder trasmitir sus ideas y traducirlas al lenguaje musical, y a su vez, al de las emociones.

Porque si hay algo que destacar durante la celebración de esta cuarta edición del curso es la huella emocional que  ha dejado en toda la comunidad que ha formado parte de este proyecto. Tanto la actividad pedagógica  como la convivencia  han contribuido enormemente a fortalecer los lazos entre el tejido que forma parte de esta iniciativa en la que el aprendizaje, la formación, la convivencia, la cooperación y la disciplina entre otros valores, han estado escribiendo la partitura de esta experiencia. Una comunidad formada por  docentes, alumnado y familias que ha hecho fácil lo difícil, consiguiendo que este proyecto culmine de una manera gratificante y forjando los pilares para los siguientes.  Tal y como han reconocido el magnífico elenco del profesorado  y el alumnado, la música, además de ser la protagonista de este curso, se ha convertido en un vehículo en el que el cariño, la calidez y la cercanía presentes en todo momento han dejado un poso haciendo que no se valore solamente el bagaje musical adquirido, también el vínculo afectivo y emocional. Todos ellos subrayan el ingente esfuerzo realizado por la Junta Directiva de la asociación y el equipo de voluntarios que han trabajado para ir mejorando y enriqueciendo este proyecto, tomando como referencia las fortalezas y debilidades apuntadas en las anteriores ediciones.

Han sido cuatro días y medio marcados por la diversidad de acentos, orígenes, niveles de formación y edades, una mezcla que no ha sido obstáculo para poder disfrutar de esta oferta de formación al más alto nivel adaptada a las necesidades de cada alumno, dirigida por profesores procedentes de las mejores orquestas y centros de enseñanza de nuestro país, y reforzados por otro grupo de docentes asistentes que desarrollan su labor en la “Escuela de Música Guillermo Calero” y en la banda de música de la asociación. Aunque se ha contado con alumnado de diversas comunidades autónomas, buena parte de ellos pertenecen a nuestra región, siendo una muestra de la excelente cantera de músicos que poco a poco están convirtiendo a Castilla la Mancha en un centro puntero en la actividad bandística junto a los considerados tradicionales de nuestro país.

En resumen, la calidad en la labor docente, en la organización, en los conciertos y en la convivencia alcanzada en esta edición marcarán las directrices de la casilla de salida para ir preparando ya la próxima con el difícil de reto de mantenerla y  de seguir consolidando y convirtiendo este curso como una referencia a nivel nacional e internacional en la formación estival en su terreno