Blanca Esteban Luna / Seguridad Alimentaria (Asociación de Celíacos y
Sensibles al Gluten)

A la mayoría, ya seamos niños o adultos, nos encanta la pasta. Actualmente en el mercado podemos encontrar gran variedad con diferentes formas, tipos y para distintos usos.
Afortunadamente los celíacos también pueden encontrar una gran variedad de pasta sin gluten, ya que no sólo pueden consumir aquella elaborada a partir de cereales sin gluten sino también de otras alternativas deliciosas que veremos a continuación.

Pastas de maíz y arroz.- Las más conocidas y en las que pensamos todos cuando hablamos de pasta sin gluten, al ser muy fácil encontrarlas ya que están disponibles en casi cualquier supermercado. Tienen un sabor bastante neutro, por lo que funcionan bien cuando buscamos un sustituto directo de la pasta básica. Las pastas hechas con arroz blanco y/o maíz son menos ricas en nutrientes que las pastas hechas con arroz integral o con algunos de los otros granos de los que hablaremos a continuación.

Pastas de pseudocereales sin gluten: quinoa, amaranto, trigo sarraceno.- La pasta que usa estos ingredientes generalmente combina dos o más de éstos junto con otros cereales sin gluten como el teff (cereal etíope sin gluten que se ha empezado a comercializar hace algún tiempo en España), el mijo y el sorgo. Experimenta con nuevos sabores y texturas, y encuentra tus favoritos.

Pasta de verduras.- A las personas celíacas les viene fenomenal aumentar el consumo de vegetales al ser una buena fuente de fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, que a veces están deficitarios en la dieta sin gluten.

Podemos elaborar nosotros mismos sustitutos de pasta utilizando por ejemplo calabacines y hacer “zoodles” o calabacines en espiral, que los podemos utilizar como sustitutos de la pasta en muchos platos, especialmente aquellos con salsas a base de tomate. El sabor y la textura son definitivamente distintos, pero también deliciosos. Para hacerlos venden espirilizadores o sacapuntas para verduras, muy fáciles de encontrar y solo hay que usarlos tal y como haríamos con un sacapuntas normal.

Pasta de yuca.- La yuca es la raíz de la que proviene el almidón de tapioca. Otra opción para una pasta con un sabor relativamente suave y que podemos utilizar para realizar multitud de platos.

Pasta de boniato.- Tiene un sabor ligeramente dulce y puede combinarse con otros ingredientes sin gluten.

Pasta de legumbres: lentejas, guisantes o soja.- La pasta elaborada con estos ingredientes tiene el plus de ser muy nutritiva, con importantes cantidades de proteína y fibra. Los sabores suelen ser más fuertes que los que obtendrías en el arroz, el maíz o incluso en otras pastas a base de granos sin gluten. Es posible que te encante el sabor por sí solo; o que prefieras usar estas pastas con salsas de sabores más fuertes.

Afortunadamente, al hablar de pasta, el comer sin gluten puede que amplíe nuestras posibilidades en vez de limitarlas y que nos facilite probar nuevos ingredientes que, a lo mejor en otras circunstancias, nunca nos hubiéramos planteado.