Comienza 2021 con unas ganas tremendas de volver a una vida normal, de recuperar nuestras vidas y de remontar una economía bajo mínimos debido a una pandemia que ha invadido todo el escenario mundial durante 2020, un año para olvidar. Y para ello, ahora sí, tenemos soluciones, tenemos herramientas efectivas, tenemos vacunas, que ya están administrándose, para combatir un virus que continúa entre nosotros pero contra el que el hombre y la ciencia han conseguido mecanismos de protección y prevención en tiempo récord. Por otro lado, se ha  puesto en marcha la maquinaria para repartir los fondos europeos denominados Next Generation que en España se han traducido en ese Plan titulado ‘España Puede’ por el que llegarán 140.000 millones de euros a nuestro país. Por tanto, no podemos pedir otra cosa a este año que vacuna para todos, salud económica y grandes dosis de solidaridad y amor hacia los demás, que también hace falta y mucho.

Con las soluciones a la pandemia, 2021 puede ser el año del inicio de la recuperación, de ver la luz al final del túnel, de volver a una realidad sin posibilidad de contagio, a una vida anterior añorada. 2021 también puede ser el año de ilusiones aparcadas, anhelos y empresas olvidadas en el tintero por un bichito que ha sembrado el planeta de incertidumbre y desasosiego.

No obstante, la alerta sanitaria permanece activa ya que el virus convive entre nosotros, de ahí que se continúe pidiendo mucha precaución y cuidado para evitar más contagios e ingresos hospitalarios. España continúa en estado de alarma hasta el 9 de mayo, como decretó el Gobierno, y las restricciones sanitarias van oscilando de menor a mayor índice dependiendo de la cifra de afectados por coronavirus en cada municipio (en Ciudad Real al cierre de esta edición se subió al nivel 3).

Asimismo, la oscilación de las cifras de afectados tras el puente de la Constitución y ante el riesgo de unas navidades con un aumento de casos, hicieron que el Gobierno y algunas Comunidades Autónomas endurecieran sus planes navideños a lo inicialmente previsto.

Pese a todo, el objetivo común es que 2021 sea un año para recordar, en positivo, por haber conseguido la inmunidad suficiente contra la COVID-19, por llegar a la estabilidad y el descenso de contagios, por el funcionamiento de nuevo de nuestra economía nacional y por la recuperación de las ilusiones vitales. Todos hemos aprendido de la pandemia y todos, como lo reconocen nuestros encuestados en la sección de El Termómetro, manifiestan de forma unánime su deseo de salud para sí mismos y para los demás, a sabiendas de que estando sanos, la incertidumbre se puede transformar en la certidumbre que necesitamos todos para continuar hacia adelante.

 

Vacunas contra el SARS-COV-2.- Empecemos por la salud. Nunca antes en la historia de la Humanidad se había conseguido una vacuna contra un virus en tan corto espacio de tiempo, en menos de un año, las empresas y las farmacéuticas han logrado un hito consiguiendo vacunas seguras contra el virus SARS-COV-2, de una efectividad del 90 y 95%. De momento, al cierre de esta edición, había comenzado la vacunación, la de las vacunas Pfizer y Moderna principalmente, en países como Reino Unido, Estados Unidos mientras que en Europa se iniciaba el pasado 27 de diciembre, siendo Guadalajara el primer lugar en el que se empezaba a vacunar en España mientras la primera vacuna para Ciudad Real estaba previsto fuese el 29 de diciembre.

A su vez, se conocía otra mala noticia con una nueva cepa en Inglaterra, con un gran poder de transmisión, aunque la OMS ha señalado que lo habitual en virus es que se produzcan mutaciones y que no está demostrado que dicha mutación contrarreste la efectividad de las vacunas, ya que dicha cepa no modifica la proteína que es la que se introduce en la célula y produce el contagio.

Nada más conocerse la existencia de vacunas, “la ignorancia científica”, como la califican algunos expertos, provocó el rechazo a la vacuna en más del 50% de los casos, aunque con el paso de los días ese porcentaj

e de personas ha ido en descenso, si bien en España aún se habla de un notable 40% de la población que no quiere vacunarse. Por ello se insiste en la necesidad de seguir propagando y difundiendo los parabienes de la vacunación contra este virus.

En este sentido, el prestigioso virólogo Luis Enjuanes, que lleva 35 años investigando sobre los coronavirus en el Centro Superior de Investigaciones Científicas y que también está en proceso de sacar una vacuna en España, ha reiterado en varios medios de comunicación la efectividad y seguridad de estas vacunas, subrayando su plena disposición a ser vacunado, por responsabilidad hacia los demás.

Por su parte, el epidemiólogo Juan Castell, en declaraciones a Ayer&hoy, ha subrayado que el único modo de protegerse contra este virus es la vacuna, como son hasta ahora la de Pfizer, Moderna o Astra-Zeneca que han publicado una eficacia de más del 90%. Algunas de ellas, añade, pasaron a la fase 3 de ensayo clínico con su aplicación en decenas de miles de personas con efectos secundarios mínimos. Para Castell, en cualquier vacunación antivírica hay que tener presente “el binomio riesgo-beneficio, teniendo en cuenta que el beneficio es ampliamente mayor a los riesgos”.

A juicio de  Castell, la existencia de noticias e informaciones a veces descabelladas encuentra el perfecto caldo de cultivo en una población de bajo nivel sanitario y científico, “¿cómo es posible que alguien crea el disparate de que junto con la vacuna se va a inocular un microchip que se activará con 5G para adueñarse de la mente del individuo, y no confíe en la eficacia de la vacuna respaldada por inmunólogos, epidemiólogos y virólogos?”. Es más, agrega, “cuando a un paciente se le diagnostica cáncer, asume los riesgos y los efectos secundarios del tratamiento porque quiere vivir, entonces no entiendo que con una sociedad en riesgo por coronavirus y con una impresionante crisis económica, ahora que tenemos vacuna se le estén poniendo todos los impedimentos por parte de algunos ciudadanos”.

En opinión de este epidemiólogo, esta enfermedad vírica de un germen nuevo no es controlable si no disponemos de antivirales o vacuna, los antivirales han reducido la mortalidad pero no han solucionado el problema como sí lo hicieron en el caso del sida o de la hepatitis C, mientras que la vacuna sí lo hará “por lo que debe hacerse de inmediato y con una gran cobertura” ya que, según su criterio, las medidas y restricciones establecidas para atajar el coronavirus están bien, pero no son eficaces mientras siga activo, “gobiernos, medios de comunicación y resto de la población deberíamos echar el resto con las vacunas, en vez de criminalizar a nietos y jóvenes de ser los transmisores del virus”.

Pero ¿qué se inocula cuando se administra la vacuna? Este tipo de vacunas contra la COVID-19 se han desarrollado con la tecnología de ácido ribonucleico mensajero (ARNm), explica Castell, mediante la cual se fabrica en los laboratorios un gen sintético al que se le ha incorporado copia de parte del código genético viral; al introducirse en la célula se genera una proteína que es la espícula del coronavirus –la llave que utiliza para entrar en el cuerpo humano- y lo envía al torrente sanguíneo, cuando el virus entra, el sistema inmunitario reconoce la llave y es neutralizada por los anticuerpos.

Los grupos de vacunación ya están delimitados en España, siendo los primeros todos aquellos que forman parte de un colectivo de riesgo, profesionales sanitarios, personas mayores en residencias, cuidadores, etc. A juicio de Castell, los que hayan pasado el coronavirus serán vacunados probablemente, “dicen que la vacuna produce más inmunidad que la propia enfermedad, pero habrá que estudiar este asunto con detalle, pues se ha visto algún caso de reinfección aunque son aislados”.

En resumen, Juan Castell defiende la efectividad y seguridad de las vacunas pero aclara que éstas no erradicarán el coronavirus, “en la historia de la Humanidad solo se ha erradicado un virus, el de la viruela, y para que llegue a eso, deben darse unas condiciones que con la covid no se dan, como que solamente haya un reservorio humano y que tengamos una vacuna altamente eficaz que parece que esto sí es posible si se cumple lo que dicen los laboratorios”. Por tanto, añade, un posible escenario epidemiológico en 2021 y años sucesivos podría ser una vuelta a la situación anterior a la pandemia si no se dejan grandes bolsas de población sin vacunar como el 40%. Con grandes coberturas de vacunación, según el epidemiólogo, puede suceder como con la gripe, que todos los años haya epidemia aunque más floja y con mucha población protegida.

 

La salud económica.- La interdependencia de la salud y la economía se hace en 2021 más evidente y palpable que ningún otro año, ya que la reactivación económica dependerá en gran medida del calendario, la cobertura y alcance de la vacuna contra la COVID-19. En el último informe Funcas se indica que este proceso de vacunación supone inicialmente un estímulo a la demanda de consumo y un incremento a la movilidad y a los flujos de turismo, lo que supondrá un crecimiento del 7,9% del PIB este año, aunque, en la cruz de la moneda, se apuntan la posibilidad de un paro de larga duración, destrucción del tejido productivo y endeudamiento público y privado.

En 2020, los mejores comportamientos registrados han sido los de la demanda de la administración pública y el sector de la agricultura, mientras que en el otro extremo se sitúan los sectores más afectados por las restricciones impuestas, el turismo, el comercio, el transporte y la hostelería, así como las actividades artísticas, recreativas y culturales. La contracción de la actividad española ha sido una de las más acusadas de Europa, señala el informe Funcas, debido al peso del turismo y de otros servicios especialmente afectados por la pandemia.

Con la vacuna, el incremento del gasto en consumo privado será equivalente a la mitad del sobre-ahorro provocado por la pandemia; el resto del sobre-ahorro desaparecería en 2022 situándose la tasa de ahorro en un nivel de equilibrio del 8,8%. En cuanto al turismo, en el informe Funcas se recoge una recuperación progresiva hasta alcanzar el restablecimiento total a finales de 2022.

La llegada de los fondos del plan europeo de recuperación (Next Generation EU) será un acicate para la reactivación de la economía española. En torno a 140.000 millones de euros vendrán a España con la condición de realizar las reformas estructurales necesarias para una digitalización de la actividad así como una transición tecnológica y hacia una economía verde.

El presidente de la Federación de Empresarios de Ciudad Real, Carlos Marín, opina que la reactivación económica va a depender mucho de las vacunas, permitirá ver la luz al final del túnel, aunque subraya que la solución final debe provenir desde dentro, desde nuestro país, con ayudas y medidas estructurales que favorezcan al sector empresarial, a las Pymes, a las micropymes y a los autónomos, “con el fin de que los 700.000 Ertes actuales no se convierten en Eres, ni en despidos, ni en quiebras de empresa”.

Marín lamenta la falta de voluntad del Ejecutivo nacional, no así del Gobierno de Castilla-La Mancha o de la Diputación Provincial de Ciudad Real “que creen en los empresarios, nos escuchan y apoyan”. En concreto, se refiere el presidente de Fecir a algunas acciones ministeriales que no han sido negociadas como el Salario Mínimo Interprofesional, “si la ministra de Trabajo ha decidido subir el SMI, como el resto de Europa, pues que tome las mismas medidas estructurales que sus vecinos europeos, si cierra la hostelería se compense al sector como en Alemania con hasta el 75% de facturación del año anterior, medidas estructurales que hagan que esta crisis no sea otra pesadilla como la de 2009”, ha observado el dirigente empresarial.

Por su parte, para David Ballesteros, presidente de AJE Ciudad Real, tanto la vacuna como los fondos europeos aprobados son dos noticias de gran relevancia, a la espera de conocer el desarrollo de la vacunación y ver hasta cuándo se mantendrán las restricciones en sectores como la hostelería o el comercio. Antes de la pandemia, reconoce el representante empresarial, se estaban produciendo cambios en la actividad económica que ahora se han acelerado, “la COVID-19 ha hecho que la transformación en muchos sectores sea total, por lo que estos fondos europeos deberían ayudar a cambiar la forma de trabajar, hay que aprovechar esta transformación para que las empresas se adapten lo antes posible a las nuevas formas de trabajo, que nos va a llevar a ser mucho más productivos. Si las mejoras debieran producirse en 10 o 15 años, con la pandemia quizá deben hacerse en 5 años, y las empresas no están preparadas para ello, por lo que necesitamos estos fondos y todas las ayudas posibles”.

En su opinión, durante la pandemia se han apuntado algunos elementos positivos en las empresas como el teletrabajo, que ha venido para quedarse, tras el aumento de productividad registrado; o la venta online, que ya es una necesidad, no una opción.

Para este joven empresario, es positivo el hecho de la ampliación y la cadencia de los préstamos ICO, y espera que los Erte se prorroguen para aquellas empresas que los necesitan para continuar vivos. Reconoce por otro lado que la Diputación Provincial de Ciudad Real se está volcando con la empresa y los empresarios, “hay gente que está sobreviviendo, otros que tienen muchísimo trabajo, y otros empresarios que están llorando por las esquinas, por lo que todo lo que venga siempre es bienvenido”.

AJE Ciudad Real está centrando sus esfuerzos en hacer las empresas más digitales además de actuar como intermediarios para que pymes y autónomos puedan agarrarse a todas las ayudas posibles.

 

Solidaridad.- Los españoles somos solidarios casi por naturaleza y en el 2020 hemos pasado una dura prueba de fuego con las necesidades y carencias sociales en aumento por la pandemia del coronavirus. No solo las ONG, las instituciones humanitarias o entidades de emergencia social han echado una mano sino que en muchas calles, asociaciones de vecinos, empresarios, comercios, cocineros, colegios, congregaciones religiosas, transportistas, particulares han abierto una ventana a la esperanza para cientos y cientos de personas que se han quedado sin trabajo, sin dinero y sin hogar en una crisis desconocida hasta ahora. Las ya famosas por desgracia colas del hambre han aparecido en nuestros barrios y en nuestras calles, siendo el único sustento de familias enteras.

La emergencia social habida en 2020 no tenía precedentes para la mayoría de las actuales entidades y ONGs de ayuda al más vulnerable. En Cáritas una de cada tres personas necesitadas de ayuda ha sido con motivo de la pandemia, nuevos pobres que se han sumado a otras personas sin recursos y pidiendo no solo ayuda alimentaria, sino el pago del alquiler, de los suministros de la vivienda, de búsqueda de trabajo, de auxilio a los sin techo, a los migrantes… El cambio de año, desgraciadamente, no mejora mucho la situación pues son miles las familias que siguen careciendo de lo más básico mientras los equipos de ayuda y ONG siguen al pie del cañón hasta el último aliento, agradeciendo la solidaridad de los españoles que ahora más que nunca, es imprescindible.

Carlos Marín, presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real

“Deberíamos aplicar en España las medidas que se toman en Europa”

El presidente de la Federación Empresarial de Ciudad Real, Carlos Marín, señala que la economía española necesita medidas estructurales y ayudas, solucionando primero las cuestiones más urgentes como la prórroga de los Erte más allá del 31 de enero y la ampliación de los préstamos ICO, y dejando para más adelante otras cuestiones que ahora se están tratando en el Ejecutivo nacional como la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la jornada semanal de cuatro días laborables. Para Marín, es motivo de satisfacción por otro lado el logro alcanzado en el mundo con la consecución de 30 vacunas en menos de un año, “vemos que todo el capitalismo tan denostado ha conseguido este hito, por lo que tenemos que confiar en el progreso, en la globalización y vamos a trasladar las medidas que toma Europa en España”. Ya en Castilla-La Mancha y en la Diputación Provincial de Ciudad Real, asegura, sus gobiernos están convencidos de que apoyando a la Pyme se va a salir de la crisis, “se cree y se confía en los empresarios”, apunta Marín para el que la decidida acción en pro de una mejora económica no es cuestión de color político sino de voluntad.

Carlos Marín pone en entredicho la actitud del Gobierno de España al no escuchar a empresarios y autónomos que son los que conocen las medidas a tomar, “para que la gente deje de sufrir necesita un puesto de trabajo y para eso están las empresas, tejido que en España cuenta con una media de siete trabajadores, siendo ellos nuestro principal capital”.

Para Marín, la propuesta de una jornada semanal de cuatro días no deja de ser una ocurrencia fruto del desconocimiento del mercado laboral español, “hay que potenciar el teletrabajo en aquellas actividades donde se pueda hacerlo, estamos de acuerdo, pero creo que no estamos preparados en este país para trabajar cuatro días, quién te va a atender en el restaurante el viernes, en los supermercados, quién habrá a pie de obra, quién atenderá un viernes a los turistas cuando vuelvan… esto parece que es reírse del trabajador”.

Por último, el dirigente empresarial concluye que de esta crisis se saldrá como ya se hizo con la de 2009, “gracias a tener los mejores empresarios, trabajadores y autónomos”, aunque en esta ocasión cree que es preciso echar una mano a la empresa, que lo necesita, “pongamos todas las condiciones y medidas que hagan falta para que salgamos más fuertes que nunca”.

Texto: Oliva Carretero

Fotos: Pixabay/Ayer&hoy