Se fue para dos años, pero ya lleva cinco en la Universidad de Umeå, al norte de Suecia, con varios proyectos de investigación abiertos. Tomás Mediavilla Carranza (1991), manchego por vía materna, ha centrado ahora su trabajo de laboratorio en el coronavirus, como tantos otros especialistas en el mundo. En su caso, dedica tiempo y esfuerzo, supervisado por Daniel Marcellino, en crear un test serológico para detectar la presencia de anticuerpos que neutralicen el SARS-CoV-2.

“Decidimos crear este test para que los sanitarios puedan trabajar más seguros”

Pregunta.- Estás investigando en la Universidad de Umeå, ¿por qué en este lugar?

Respuesta.- Lo cierto es que acabé aquí por suerte o de rebote, como queramos llamarlo. Trabajaba en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna (Tenerife) y mi jefe-supervisor decidió cambiar la Universidad de La Laguna por la Universidad de Umeå, al norte de Suecia. Yo me vine 6 meses más tarde para concluir los proyectos que estábamos llevando a cabo. Pero a partir de ahí han ido surgiendo nuevos estudios que han hecho que me quede más tiempo del previsto; al principio vine para quedarme dos años a la vez que hacía un máster en Biología Molecular, aunque ya llevo cinco y creo que me quedaré dos o tres años más.

P.- ¿Qué proyectos comenzaste en la Universidad de La Laguna que has continuado en Umeå?

R.- Es un proyecto de biología molecular consistente en evaluar la conexión entre un proceso de reciclaje celular denominado autofagia con el receptor Sigma-1. Este proceso está relacionado tanto con el cáncer como con las enfermedades neurodegenerativas. Estos últimos años le estábamos dedicando más tiempo a otros estudios sobre los cambios en el cerebro durante el aprendizaje para entender qué ocurre en el cerebro cuando aprendemos una nueva tarea como un nuevo deporte, aprender a jugar al ajedrez o a planchar una camisa…, aunque en la actualidad, el 70 o 75 % de nuestro trabajo está centrado en el coronavirus.

P.- ¿Y en qué consiste fundamentalmente el trabajo sobre el coronavirus?

R.- Se trata de la creación de un test para detectar anticuerpos neutralizantes, es decir, para comprobar si se es inmune al coronavirus. Tras ver lo que estaba sucediendo en Italia y España, y las condiciones de trabajo del personal sanitario, decidimos crear este test con el fin de que el sanitario que fuera inmune, una vez superada la enfermedad, pudiera trabajar en planta con los enfermos de la covid-19 de forma más segura, evitando infectar a familiares y amigos.

P.- Detállame un poco más, ¿en qué momento de la investigación estáis?

R.- El trabajo consta de tres partes y cada una va ligada a la otra, de tal manera que cuando se realiza el test a alguien que ha pasado la enfermedad y se comprueba que tiene anticuerpos neutralizantes, se hace con total seguridad y certeza científicas. En la primera parte se emplea la técnica de biología molecular conocida como ELISA (“ensayo por inmunoabsorción ligado a enzima”) en la que se expone la proteína de espícula del coronavirus a la prueba serológica de un individuo. Esta parte está terminada, su funcionamiento está siendo muy bueno ya que es un test mucho más fiable que otros del mercado, de alta sensibilidad, se está haciendo al personal sanitario y también a algunos científicos que están trabajando con el coronavirus de verdad para ver si han pasado la enfermedad, si tienen anticuerpos neutralizantes y para poder analizar una posible infección en caso de que suceda.

En la segunda parte hemos fabricado un pseudocoronavirus, utilizando un cuerpo de virus que no es peligroso para el ser humano y poniéndole una proteína del coronavirus, que es esta proteína Spike o espícula que ayuda al coronavirus a entrar en nuestras células. De esta forma podemos estudiar esta proteína sin entrar en contacto con el coronavirus de verdad, lo cual hace que sea más fácil poder estudiar esta proteína. Normalmente, los anticuerpos que tenemos en el cuerpo humano atacan al coronavirus en esta proteína. Esta segunda parte se encuentra en pleno proceso de investigación, está bastante cerca, hemos encontrado algún problema que no será difícil de solucionar y espero que esté listo pronto.

La tercera y última parte validaría las dos primeras, se trataría de ensayos con el virus real pero nos gustaría no tener que hacerlo, ya que implica riesgos para los científicos y el empleo de muchas medidas de seguridad.

P.- Con este proyecto investigador, ¿cuál sería vuestra aportación en el desarrollo de una vacuna?

R.- Si consiguiésemos desarrollar la segunda parte de este test serológico, podríamos intentar utilizar este pseudocoronavirus para ver si genera anticuerpos neutralizantes en animales. De todos modos, no hemos pensado en el desarrollo de ninguna vacuna aunque en nuestro caso, sí que es cierto que tengo algunos compuestos interesantes como tratamiento y llegado el momento se podrían plantear algunos experimentos para ver si alguno de ellos funciona.

En general, creo que la vacuna llevará su tiempo, sobre todo porque haría falta producirla para miles de millones de personas, y además hay vacunas que se necesitan dos o tres dosis e incluso más. Hay muchos proyectos de vacuna, algunos muy interesantes, pero toca esperar.

P.- Se dicen muchas cosas como que la llegada del calor puede aminorar su virulencia o intensidad, ¿qué opinas?

R.- Hay mucha desinformación, también noticias que no están basadas en hechos probados y bastante afán de protagonismo incluso por parte de algunos científicos. Escuchar afirmaciones de científicos italianos de que el virus había disminuido su virulencia pero que no habían encontrado ninguna mutación nueva y que el virus había envejecido, me producía dolor de oídos, estas tres cosas no pueden ir juntas, si el virus disminuye su virulencia tiene que ser porque hay alguna mutación.

P.- ¿Podría haber un rebrote en España?  

R.- Si soy sincero, creo que sí. Aunque el número reproductivo del SARS-2 ha sido en las primeras semanas de junio de aproximadamente 0.7 y los casos disminuían cada día, en la tercera semana los contagios han ido aumentando, lo que indicaría que la segunda oleada puede suceder en cualquier momento. Estos datos se ajustan a lo que pensaba que sucedería desde el comienzo de la desescalada. El rebrote dependerá de la responsabilidad individual de cada persona: si nos olvidamos, seguro que lo habrá, pero si conseguimos que la gente se haga responsable, que cumpla las medidas de Sanidad y se controlen pequeños rebrotes que puedan surgir, ahí conseguiremos que el rebrote sea mínimo.

P.- El pasado 16 de junio saltaron las alarmas en China por un nuevo  rebrote, ¿cómo deberíamos actuar en España ante una posible segunda oleada global?

R.- En caso de una segunda oleada, hay que estar preparados para actuar rápido, aplicar restricciones y, si los focos de infección no pueden controlarse, habría que volver a aplicar el confinamiento. Como mencionaba anteriormente, la única forma de evitar que esto suceda es mediante la responsabilidad social individual.

P.- ¿Cómo deberíamos actuar todos para proteger aún más a los profesionales sanitarios?

R.- Pienso que en el aprovisionamiento de material sanitario no habrá ningún problema a partir de ahora, porque me imagino que el Gobierno está pensando en un posible rebrote. Es un buen momento para plantearse, desde mi punto de vista, qué clase de Sanidad queremos para el futuro, ya que el sistema sanitario español sobrevive gracias al sobreesfuerzo de nuestro personal sanitario, si seguimos recortando en Sanidad y con el gasto por paciente de los más bajos de Europa… seguirán sucediendo cosas de este estilo y no estaremos preparados. Pero es preciso reconocer que era muy difícil prever esta pandemia, ya dijo la OMS que los coronavirus podían llegar, pero no se esperaban tan pronto.

P.- ¿También sería ahora un buen momento para dar un giro en la ayuda a la investigación?

R.- Sí, es un buen momento para ver qué queremos como país, la investigación científica es muy importante si queremos evitar otras pandemias, pero también si queremos avanzar en otras enfermedades como el cáncer o las patologías neurodegenerativas; es importante que la inversión sea fuerte y potente, que esté a la altura de otros países, España debe cambiar su modelo y virar hacia la investigación y el desarrollo.

P.- ¿Qué echas de menos de Ciudad Real?

R.- Empezando por mi familia, a mi madre y mi hermana, y a mis amigos de la infancia. Tengo buenos recuerdos de Ciudad Real, de la gente del baloncesto. También, la comida es maravillosa.