Un sueño que tardó pero se hizo realidad

El 15 de febrero de 1804 nacía en Valdepeñas Madre Cándida, quien desde muy pequeña muestra su deseo de consagrarse a Dios. Fue priora del convento de Alcalá de Henares, donde surgió su gran proyecto: crear un convento concebido para compaginar la contemplación y la actividad docente en su ciudad natal, Valdepeñas.

En el año 1852 solicita al Ayuntamiento de la localidad el permiso para fundar un convento de religiosas Agustinas que se dedicará a la educación de las niñas. Tras las primeras gestiones, a principios de 1854, el arzobispo de Toledo le pide que comience las obras, aunque son muchas las dificultades económicas para empezar a realizarlas. Llega entonces a Valdepeñas D. Cesáreo Humarán, confesor de Madre Cándida, para impulsar la construcción, ganándose el afecto de todos los vecinos por su bondad.

Imágenes correspondientes a los cursos de los años 1964 y 1965.

Pasaban los meses y el Ayuntamiento de Valdepeñas pide que se concluya el proyecto y Madre Cándida se venga a vivir a la ciudad, aunque las circunstancias lo impiden. En el año 1861 Madre Cándida fallece, pero su fundación, ya es una realidad. Aunque Madre Cándida había dejado hecho el edificio, aún el proyecto estaba a medias, siendo muchas las dificultades que todavía quedarían hasta que pudiese hacerse efectiva.

El sueño parecía roto, la guerra de 1936 había destrozado el convento. Pasaron unos cuantos años hasta que el proyecto vuelve a retomarse, siendo Madre Clara la responsable de llevarlo a cabo.

Corría el año 1964 cuando, tras veinticinco años de labor docente en Talavera de la Reina, llega a Valdepeñas Madre Clara. Convivió con las hermanas en el convento durante un tiempo. Muchas fueron las personas que ayudaron a Madre Clara a levantar lo que hoy se ve cuando nos situamos en el convento, comenzando con un legado que ha cumplido más de 50 años, el “Colegio San Agustín” de Valdepeñas.

Un colegio precioso, con un inmenso patio, aulas muy bonitas y en donde se educa para enseñar a los niños responsabilidad, voluntad, armonía, amistad, ayuda y sobre todo, que sus días son un don de Dios. La música ha sido algo muy importante en la historia del colegio, con el objetivo de conseguir una formación integral de los alumnos con la realización de actividades complementarias a lo largo del tiempo, como por ejemplo, el coro, quien en las misas, festivales y distintos certámenes ha representado al Colegio San Agustín. También el deporte, otra de las actividades para fomentar los hábitos saludables animando a todos los alumnos a que participen en todo tipo de actividades deportivas.

Con los años, nuevos propósitos estaban a la vista, como por ejemplo, el programa europeo “Comenius”, en el que varios centros educativos de Europa se ponen de acuerdo para trabajar sobre un mismo tema y desarrollarlo durante dos años, ahora ya desaparecido y sustituido por el programa “Erasmus+”, al igual que ocurrió con el bilingüismo, otorgándole la acreditación de Centro Bilingüe en el curso 2013/2014.

Izq.: una imagen del año 1965. Dcha.: Pidiendo un autógrafo al futbolista Emilio Butragueño.

Pero hay mucho más detrás de las paredes de este colegio, diversidad de actividades que llevan desarrollándose durante años como la Semana de la Ciencia, el Recital de Poesía, los Clipmetrajes, la Semana del Libro, diferentes festivales o sus actos religiosos.

Una de las imágenes curiosas que Madre Clara dejó para la historia, la cual tuvo mucha repercusión más allá de la localidad, fue la relación de la religiosa con el Real Madrid, donde unas imágenes de la monja en el programa “Lo que el ojo no ve” de Canal Plus le dieron difusión nacional mientras pedía autógrafos para los alumnos a jugadores como Sanchís, Butragueño o Gordillo.

Sin duda, Madre Clara dejó una inmensa huella en la historia de Valdepeñas. Su buena educación, su carácter y su talento contribuyeron al beneficio del convento y a la ciudad, siendo una de las personas más influyentes de Valdepeñas. Su reconocimiento se hizo oficial con el nombramiento de “Hija Adoptiva” de Valdepeñas en el año 1997, falleciendo en el año 2009.

El sueño de Madre Cándida y Madre Clara es una realidad, un proyecto que ahora continúa en manos de sus hijas.

Imágenes correspondientes a actividades en la década de los años 70.

Texto: Juan Diego García-Abadillo Orea

Fotos: Colegio San Agustín