En 1945, durante una investigación relacionada con las microondas (ondas electromagnéticas), el doctor Percy Spencer, ingeniero de la Raytheon Corporation, estaba probando un tubo al vacío llamado magnetrón cuando descubrió que una barra de chocolate que tenía en su bolsillo se había derretido. Sospechando que aquello había sido causado por las ondas emitidas por el magnetrón, el doctor Spencer colocó algunas semillas de maíz para hacer palomitas cerca del tubo a modo de experimento. El maíz se coció e hinchó. Spencer repitió el experimento usando un huevo de gallina. Debido al rápido incremento de la temperatura, la presión interna hizo que el huevo explotara. Esto le animó a seguir experimentando con otros alimentos.