Juan Díaz-Benito / Periodista Deportivo

Parece que fue ayer cuando terminó la temporada, todavía esta en la retina de todos, la fiesta del partido donde se confirmo la permanencia en Primera División sin darnos cuenta que el próximo 10 de septiembre comenzará una nueva temporada llena de ilusión.

Afición, instituciones y empresas tienen ante sí la ilusión de apoyar un nuevo proyecto en la máxima categoría del Fútbol Sala Nacional. La pretemporada se ha ido de las manos, en donde, lo menos importante han sido los resultados, siendo lo más reseñable que la afición ha estado al lado de su equipo en los primeros escarceos de la temporada y la capacidad de adaptación de los recién llegados Rafa López, Deivao y Matamoros. Tres jugadores veteranos de los que se puede sacar una primera valoración importante, que es, su calidad, honradez y su capacidad de adaptación a un proyecto que solo aspira a mantenerse por su segunda temporada en Primera División.

Pretemporada irregular y marcada por una climatología donde quizás en alguno de los partidos no debió de celebrarse porque el calor era inhumano. El equipo está en plena pretemporada, donde lo más positivo es el querer y el poder, el grupo ha demostrado querer desde los primeros ejercicios de pretemporada y poder a pesar de que la climatología quizás le ha marcado en exceso que podría haber sido algo superior a lo esperado.

Las instituciones no han vuelto la espalda y han estado desde el primer segundo al lado del equipo y de su junta directiva. La afición también ha acudido a la Bombonera, a veces en mayor número de lo esperado porque el calor era insoportable y en sí, era un sacrificio que han sabido sobrellevar por apoyar al equipo.

Instituciones y afición han sabido estar a la altura y dejar muy claro que quieren fútbol sala de élite, para ello, también su apoyo es fundamental en este proyecto.

Las empresas han acudido y algunas incluso han llamado a la puerta del club para decir que estaban ahí para lo que fuera necesario. La actitud de las empresas también es algo que hay que ensalzar, porque había que apostar por un proyecto serio en lo deportivo y en lo organizativo. Detrás de todo esto hay un pequeño grupo de directivos en número, pero grande en ilusión, que a pesar de los pesares está al lado del equipo y nunca baja los brazos, olvidándose de esos malos ratos o criticas que no conducen a ningún lado.

El proyecto tiene la base más que consolidada y lo único que queda es que todo salga según lo previsto y que cuando lleguen los malos resultados nadie baje los brazos. En esta ocasión, no se ha tenido en cuenta los resultados de pretemporada porque al fin y al cabo, la pretemporada está para ir mejorando en lo individual y en lo colectivo.