Miguel Alberdi/Decorador

Con el paso del tiempo el hábito de comprar ropa fue cambiando. Los consumidores buscan, cada vez más, reconocerse con una marca determinada para sentirse identificados y pertenecer a un grupo determinado. Las marcas son un claro ejemplo. Por eso las tiendas de ropa debieron optar por crear un efecto más en el interior de los locales.

En la actualidad comprar en un espacio dotado de diseño interior elaborado es un atractivo más para la simple venta de una prenda. Ya no importa solo el producto que se vende, el escaparate y la atención de los vendedores, sino además la resolución de los espacios.

Actualmente, el diseño interior comercial se enfoca en crear ambientes agradables, destinados a prestar servicios múltiples y estimular la identificación con el cliente. Las grandes marcas internacionales fueron las primeras en ofrecer a sus clientes un valor agregado a la compra, el de una experiencia.

A la hora de emprender el diseño interior de una tienda de moda se debe tener presente la esencia de la marca. Cuando una empresa posee varias sucursales es inusual que encare proyectos individuales por tienda. Normalmente se realiza algo más genérico. Esto permite que los consumidores reconozcan los locales de la marca rápidamente por su estilo. Cuanto más particular sea el mismo más fácil y rápido será el reconocimiento.

La tendencia es una arquitectura más individualizada y elaborada, con destaques en la ambientación y no tan ligada a la moda del momento.

Hasta los locales pequeños buscan contar con su propia identidad, dotando a cada espacio de muebles o artefactos de un diseño específico.

El objetivo principal es que los clientes entren en un espacio seductor donde puedan sentirse confortables e identificados. De este modo el hábito de comprar se transforma en algo más placentero y menos compulsivo. Por lo general, los productos de moda están apuntados a una clase media alta, la cual tiene sus necesidades básicas satisfechas; por eso se debe apelar a recursos de diseño y a la imaginación, para captar así la atención de los posibles consumidores, apuntando a sus necesidades de estima.

El diseño interior de una tienda de moda puede contribuir a establecer un buen diálogo entre el producto y el consumidor. Se aspira a que el cliente comprenda a dónde y a quién está apuntado el producto. Esto se puede lograr mediante el uso de recursos arquitectónicos específicos. Por ejemplo, las formas curvas y el dinamismo están ligados a lo femenino, mientras que las formas rectas están identificadas a lo masculino y son más estáticas. Los colores también pueden colaborar con estos recursos. A su vez, ayuda a identificar el target de la marca. La iluminación contribuye a marcar puntos de atención, delineando la circulación a través del local.

La estética y el diseño interior otorgan varios beneficios a las tiendas de moda.

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Tfno.: 686 47 61 91

Web: www.miguelalberdi.com