Encarna Sobrino Magán

Encarna Sobrino, enfermera de pediatría C.S. Bolaños

La lactancia materna como alimentación natural de los bebés varía en función de las necesidades de cada uno, es importante que sintonices con el niño y le des el pecho ajustándote a las señales de hambre y saciedad, pues cada niño tiene su ritmo personal.

Es importante ofrecerle el pecho siempre que lo demande desde el nacimiento sin limitar la duración de las tomas.

Las ventajas que ofrece son:

– Satisfaces las necesidades propias de cada bebé, ya que algunos necesitan mamar más a menudo.

– El número de tomas dependerá de su etapa de crecimiento. Ya que los primeros días necesitan mamar más a menudo (incluso cada una o dos horas) y a medida que crecen irán alargando el tiempo entre tomas (puede que hasta 4 y 5 horas).

– Al no limitar el tiempo de duración de la toma pueden mamar la leche del final, que es más nutritiva y por tanto se reflejará en el aumento de su peso.

Las normas rígidas que los sanitarios dábamos hace unos pocos años: “Dar de mamar cada tres horas, y solo 15 minutos de cada pecho”, hicieron fracasar muchas lactancias por lo anteriormente expuesto.
Por tanto, hoy en día la lactancia a demanda es la forma natural y está avalada por un gran número de estudios. Todos los pediatras y enfermeros coincidimos en esta recomendación. Cada niño tiene su ritmo de comer y de crecer.

El único inconveniente de la lactancia materna a demanda es el agotamiento de la madre durante las primeras semanas.

Pero paciencia, merecerá la pena.