En los momentos que estamos viviendo traemos a nuestras páginas la entrevista a Peluquería Enredos, dirigida por una emprendedora vocacional, que nos acercará a conocer su historia; y profundizar en la situación de este tipo de negocios en la actual casi normalidad tras haber quedado demostrado su carácter esencial durante el confinamiento.

Entrevista con Cristina Núñez-Cacho, Gerente

Pregunta.- Para comenzar, cuéntanos, ¿dónde está ubicada la peluquería y cuál ha sido tu formación para ejercer esta profesión?
Respuesta.- Desde muy joven me decidí a formarme como peluquera, creo que era algo vocacional y sigo disfrutando de ello a pesar de los años. Hice peluquería con 16 años y tuve la suerte de compaginar desde el principio la formación en la Academia de Peluquería y los primeros trabajos. Se puede decir que “he echado los dientes en la profesión”.

Desde el año 2008 está en marcha la Peluquería Enredos en la manzanareña calle de San Marcos número 43. Pese al pasar del tiempo esta actividad requiere de una formación constante y continua. Como muestra el último curso que hice con Susana Cabrera, una prestigiosa formadora en el mundo de la peluquería. Y desde el inicio creyendo y confiando en el cliente de nuestra localidad: cuando le das algo bueno, responde. Hemos sido testigo de la evolución de Manzanares y tenemos la convicción de que hay mil formas de crear y de volver a nacer de manera distinta.

P.- Hablando de los servicios de la Peluquería Enredos, ¿qué ofrecéis a vuestros clientes?
R.- Enredos es una peluquería unisex, así que atendemos a mujeres y hombres. En la actualidad, junto con mi compañera Silvia Garrido, en nuestro salón ofrecemos todo tipo de servicios en relación con el completo cuidado del cabello: corte, recogidos, mechas, reflejos, tintes,…

A partir de estos servicios, nosotras buscamos el bienestar de nuestros clientes y que, con nosotras como profesionales, puedan disfrutar de su aspecto. No cabe duda de que nos sentimos muy orgullosas de ser peluqueras.

P.- En los últimos tiempos, ¿cómo ha afectado la crisis por la pandemia? ¿Notas en el salón el cambio de actitud de la gente?
R.- Por supuesto, la pandemia ha afectado mucho al mundo de la peluquería. Por suerte, tras muchos meses de incertidumbre ahora empiezan a organizarse eventos que nos permiten ver la luz a partir del sombrío túnel que estamos recorriendo. La gente empieza a salir con una casi normalidad y empiezan a proliferar bodas, celebraciones y eventos sociales.

En estos tiempos, empresas como la mía se ha convertido en referente de bienestar, belleza y vanguardia; el cliente necesita vivir un momento agradable, con los mejores productos y técnicas y algo de alegría, con nuestra experiencia hacemos que sienta que cuando te ves distinto, cuando te gustas, coges fuerzas y se puede con todo, y podemos combatir tantas incertidumbres como nos acechan.

P.- ¿Cómo ves el futuro?
R.- Miro al futuro con optimismo. Para mí la peluquería es mi vida, no puedo pasar sin el trato con la gente. Entiendo los momentos que estamos pasando como una época de concienciación de lo que tenemos y que ha de servirnos para fomentar nuestra creatividad y ser una pieza clave que ayude a buscar el bienestar de nuestros clientes que necesitan vivir momentos únicos e inolvidables.
Así, yo me siento muy orgullosa, día tras día, de ser peluquera y que mis clientes deseen ponerse en nuestras manos para verse bien y, por extensión, sentirse bien.

P.- Para finalizar, ¿un último mensaje para nuestros lectores?
R.- Antes de la pandemia el estar bien, cuidarse, lo saludable, estar guapo… parecía ser algo relativo solamente a los cánones de la moda, pero ahora, con lo que hemos y estamos pasando, más que moda se ha convertido en una verdadera necesidad. Una de las pocas cosas que podemos elegir: cuidarnos físicamente, atender nuestro cabello, poder hacer cambios…

De lo poco bueno de todo esto, si podemos decir que hay algo bueno, es que la peluquería ha surgido como algo esencial. Por esto quisiera animar a todos a que se arreglen a que se vean bien, no sólo pensando en los demás sino por la importancia de que cada cual se sienta a gusto consigo mismo.

Y finalmente, agradecer a nuestros clientes y amigos la comprensión en toda esta situación y el apoyo recibido que han demostrado que nuestra actividad es una necesidad esencial para sentirnos bien.

Texto y foto: Ayer&hoy