José Hornero Gamito. Presidente de la Asociación Cultural Peñas de Carnaval

Nunca hubo, hay, ni habrá en la historia de Miguelturra dos palabras que puedan estar tan separadas y en desacuerdo entre sí como CARNAVAL Y FRANQUISMO. ¿Pueden ir unidas en una frase? Sí, pero significando censura, prohibición, persecución y arresto. Miguelturra quizás sea el único municipio que no se doblegó, haciendo caso omiso a la absurda y desproporcionada Orden Circular de la Presidencia del Consejo de Ministros, en Madrid, el día 19 de febrero de 1929. En ella se especificaba claramente la prohibición de salir a la calle con cualquier tipo de disfraz.

Durante la guerra la fiesta quedó paralizada, aunque algunas personas se vestían de máscara a pesar de que sus hermanos estaban en el frente. Al finalizar comenzaron las prohibiciones aunque en Miguelturra no se llevaron a cabo y el Carnaval volvió a reanudarse en 1940. Son innumerables las experiencias vividas por los miguelturreños en aquella época. Un pueblo que no quiso suspender lo que por entonces ya era su seña de identidad, no se podía llegar a entender que una tradición pasada de padres a hijos durante décadas llevara consigo implícito el poder ser arrestado, metido en un calabozo y multado con una cantidad entre 10 y 50 pesetas, multa que en ocasiones se pagaba con muchísimo placer. Pero claro para poder arrestarte y multarte tenían que cogerte y eso es lo que hacía todavía más interesante el Carnaval: la Guardia Civil a pie y a caballo junto con los serenos de la localidad, eran los encargados de perseguir a todas las máscaras que se encontraban. Estas al ser sorprendidas, corrían de las fuerzas del orden y contando con la complicidad de los vecinos se escondían en sus casas hasta que el peligro de ser arrestado pasara.

En 1943 tomó cuerpo la Fiesta, pues con la iniciativa del propio Alcalde, Manuel Ramos, salían un gran número de máscaras porque opinaba que el pueblo de Miguelturra se había hecho merecedor de las fiestas por su excelente comportamiento. De todas formas, en este tiempo se celebraba bajo la responsabilidad de cada uno, pero esta iniciativa le pasó factura, y estando en el baile le llegó un telegrama cesándolo como alcalde de Miguelturra.

En Miguelturra no se ha suspendido el Carnaval ni siquiera con el decreto de 1939 por el que se suprimieron en toda España. En 1983 fue declarada “Fiesta de Interés Turístico Regional” por el Gobierno regional, y en 1984, “Costumbrista y Cultural” por la Diputación provincial.